Las tres Españas

"Dicen que las banderas

no son más que

telas de colores. Sí, sí…

Pero ojo,que las pinta el diablo"

Rafael Sánchez Ferlosio

Alegoría de Hispania,en blanco y negro, esperando un campeón al que poner los laureles.

¿Sabe alguien cuántas Españas hay? Y es que este país es como una paella, aquí la cuestión es irle echando cada uno lo suyo y luego ya se verá qué tal sabe. Está claro que sólo existe un Estado Español, pero...¿Qué pasa con la nación española , esa comunidad imaginaria que une en vínculos insondables a los hijos de una misma patria? Pues no hay acuerdo, pero sí muchas opciones: ¿Hay sólo una, grande y libre ? ¿O son dos, destinada una de ellas a helarnos el corazón? Quizás lo que pase es que sencillamente no hay ninguna... Seguro que cada cual tiene su opinión, pero si me preguntáis a mí, creo que a España le pasa como a las catástrofes, los buenos chistes y los Reyes Magos... Vienen de 3 en 3. Dejadme que os las presente:

La España que muerde, adalid del desacuerdo que se encarga de que todo el mundo recuerde su bravote porte al agarrar un garrote. La que, pincho de tortilla en boca y subida a la barra cuando no toca, se desmelena haciendo de su patria, de A Coruña a Cartagena, una constante verbena. Es la España a la que el ombligo se le asoma,bajo su traje de luces, al arrodillarse haciendo cruces ante su antigua gloria imperial. A la que cuando acusan de ser sainete, responde agarrándose el paquete.

Le pesa la cabeza por la que pudo ser y no ha sido, de gesto compungido y ojos llorosos por los escombros es la España que se encoge de hombros. Es la que de tanto recomponerse no termina nunca de conocerse, la que se ríe de su hedor añejo al verse en el espejo, la que escapa de la eutanasia intelectual refugiándose en su más pura idiosincrasia local. Una España de chiste y drama que ansía ser reflejo del sueño que ama.

La que teje su bandera con hilos finos, construyendo su nación entre amigos, familia y vecinos. La que trabaja, recoge y siembra,día y noche sin gracias ni perdón, sólo reproches. La analfabeta España que mata y muere, que ríe en las penas de unos y llora en las fiestas de los otros, la de los muchos contra los pocos. Sin tiempo para soñar con la que fue ni con la que pudo ser, tal es la pobreza de la España que bosteza.

Un accidentado vals entre el por y el contra España,un permanente duelo a garrotazos, y una intestina lucha por el trapo de colores que más ojos llegue a cubrir. Eso ocurre cuando intentamos ahogar a las tres Españas bajo la misma bandera, bajo la misma mentira de patria. Nunca olvidéis que el Estado es un órgano administrativo, la nación una romantización de lo primero y la patria, el grito gutural de lo segundo.

No hay más patria que donde acaban nuestros conocidos. Esa es, y no otra, la única patria que debemos defender. Y, quizás así, acabemos con las absurdas discusiones de los intelectuales, los fusilamientos de los valientes, los silencios de los honestos, la miseria de los inocentes y las mentiras de los fascistas.